miércoles, 11 de noviembre de 2009

Neuronas dormidas


Me queda media hora para salir de la oficina y ya no doy más de mí. ¡Lo siento! Llevo desde las siete y cuarto levantada, he desayunado en el primer bar que encontrado un café con leche ardiendo (yo, que siempre lo pido con leche fría), tras cinco horas de sueño en casa ajena (pero familiar) porque ayer estuve de concierto. Y claro, diréis: pues es tú problema, que has dormido poco por gusto. Y razón no os quito, pero más de mí tampoco doy. Y es lo que tienen mis neuronas, que si no las das siete horas de descanso con los ojos cerrados y en posición horizontal, pues ellas se ponen en huelga y dicen que de servicios mínimos. Y eso que estaban avisadas... ¡Pero nada! No hay quién pueda con ellas.

Así que, nada, aquí estoy con mi resaca (no de alcohol, lean la cuarta acepción de este término según la RAE) tras escuchar, vibrar, saltar, corear (¿mejor balbucear?), flipar y disfrutar del directo de Rammstein. He de reconocer que que ayer a estas horas no tenía ninguna gana de entrar a las 10 de la noche en el Palacio de Deportes de Madrid, venadas que la dan a una a pesar de tener la entrada desde hace meses, aunque bien sabía que no iba a salir indiferente del recinto deportivo.

Fuego, petardos, efectos especiales, trajes negros, plateados, descamisados, pelos engominados, chispas, brazaletes rojos y palabras y gritos (muchos yo diría que guturales) inteligibles para mí pueden resumir esta noche. ¡Ah! Y negro, mucho negro. Indumentaria casi imprescindible para asistir a tal acontecimiento, aunque yo pude entrar sin problemas con mi jersey verde de monstruitos.

Así que, mientras recuerdo el espéctaculo de anoche, los paseos por Madrid en busca de comida a la 1 de la madrugada, la espera del metro a estas horas de la noche y la llegada a la cama en una corrala de Atocha en Metro (creo que nunca he dormido en un sitio tan céntrico de La Capital, ni en lugar tan castizo), se me abre la boca pensando en que puedo ir cerrando el ordenador, ya que mis neuronas no van a levantar la huelga, por lo menos no hasta mañana.

**Prometo que en el próximo post no hablaré de que estoy cansada (parezco una marmota).

Foto: Blog El correo digital

4 comentarios:

Irene dijo...

Hombre, al final tus neuronas sí que han dado algo así... como mínimo, un post :-)

Laura dijo...

Te entiendo perfectamente, hoy he dormido 4 horas y media y también soy de las que necesitan 7-8 horas de sueño para ser persona. Lo mío es peor, porque se supone que iba a ver la Fox Store (caca, no vayáis) a las 5:30 de la tarde y aparecí por casa casi 13 horas después.

Y no te preocupes, yo tampoco entiendo bien el alemán chungo de Rammstein ;)

Laura dijo...

Sobre las acepciones de "resaca" en el DRAE: la sexta también está muy bien :P

M. San Felipe dijo...

¿Me la puedes explicar...? Ayer no llegué tan abajo en las acepciones... Creo que mis neuronas hubieran dejado los servicios mínimos por no haber podido con tal definición... ¿Qué hubiera sido de mí?