lunes, 22 de marzo de 2010

La columna


Los domingos acostumbro a comprar el periódico. Con el papel bajo el brazo, casi haciendo malabares con la de suplementos varios y publicidades varias que trae, llego a casa y, con detenimiento, observo la contraportada. Primero me intereso por el protagonista de Karmentxu Marín y leo su perfil, más tarde leeré la entrevista completa, lo que toca ahora es disfrutar de Manuel Vicent, de su columna, de La columna.

Cada domingo disfruto con la lectura de esta columna de la contraportada. Casi siempre me sabe a poco, no porque el autor deje argumentos a medias, sino por egoísmo lector. Casi siempre acabo de leer estas líneas dominicales con una sonrisa, ya sea de afinidad, asentimiento o de atontamiento reflexivo. Casi siempre me gusta La columna.

La de ayer, para guardar la línea, me gustó. Sin leer el título (saltarme la letra grande es algo que hago con mucha frecuencia), comencé la lectura. A la mitad, la titulé. Y al final, sonreí; como se sonríe tras una historia triste con final feliz. ¿Feliz?

En cuanto terminé, le conté a mi chico la historia que Vicent contaba. En alto, y de mi boca, no sonaba tan bien, pero aún así, le gustó. Espero que, si os animáis a leerla, os guste a vosotros también: Para Serrat.

Foto: Mutante

1 comentario:

Laura dijo...

Es que Manunel Vicent es muy grande. Y Javier Marías también, al que recientemente me he aficionado. La verdad es que yo creo que en mi casa se compra el periódico del domingo (con sus correspondientes suplementos) por los columnistas más que por otra cosa. Bueno, Rosa Montero nunca ha sido santo de mi devoción, prefiero cuando le dan la página a Almudena Grandes.