El verano también es una época de reencuentros. Esta mañana una llamada inesperada me propuesto uno: cena para tres mañana. ¡Genial!
Y es que quedar y juntarse es cada vez más difícil. Por frases como esta es por las que mi prima La Mallorquina me dice que este blog a veces parece que lo escribe una viejuna, ¡pero es que es verdad!
Casualidades de la vida hacen que dos de mis mejores amigas (a las que veo mucho menos de lo que me gustaría) se afinquen en Madrid, justo ahora que yo me despego de la gran urbe. Aunque en ella nos juntaremos mañana a contarnos las cosas que en meses no nos hemos contado, a reírnos de las anécdotas mil y una veces recordadas y a pasar nuestra primera noche juntas bajo el calor de la capital.
La gran ciudad no ha sido hasta hoy nuestro punto de reencuentro, quizá lo sea a partir de ahora.
4 comentarios:
Es una lástima no poder ver a las buenas amigas tan a menudo como quisieras pero, tal vez por eso, las cenas de reencuentro saben mucho mejor.
Pásalo genial :-D
No es ser viejuna, es que es cierto que cada vez cuesta más quedar con la gente.
Es que sí seeemos viejunaaaaas jajaja
'A falta de pan, buenas son tortas'.
Aunque sea cada mucho, lo bueno es seguir reencontrándose
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